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Participación de actores claves de la industria permitirá el consenso y colaboración para lograr una economía circular

El Subcomité de Economía Circular forma parte de los ejes de acción del Comité de Directores de Construcción Sustentable y Cambio Climático del Instituto de la Construcción (IC) y tiene la misión de buscar bajadas concretas a las acciones planteadas por la Estrategia de Economía Circular en Construcción lanzada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, junto con la coordinación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), que tiene por objetivo establecer en Chile la cultura de construcción circular, viéndola como un desafío y una oportunidad para el desarrollo sostenible: social, ambiental y económico, de la industria, a través del incentivo de iniciativas coordinadas entre el sector público, privado, academia y la validación ciudadana.

La estrategia cuenta con 37 acciones en 6 ejes estratégicos.

Paola Molina, presidenta de este subcomité, señala que hasta hoy nos movíamos en un sistema lineal que iba generando una infinidad de externalidades que desencadenaba un sistema inviable en el tiempo, con sobrecosto, daño a las personas, al entorno natural e incluso a la economía.

“Al tomar conciencia el sector de la edificación de esas externalidades y darle valor en un marco de desarrollo sostenible, genera una gran oportunidad de desarrollo de innovación, eficiencia, optimización de recursos y mejora de calidad del proceso y del producto final en muchas dimensiones como la ambiental, social y económica”.

Con esto, los beneficiados serán toda la cadena de valor de la industria, los que están involucrados en el ciclo de desarrollo del sector de la edificación.

Respecto a la importancia de que el Instituto de la Construcción lleve a cabo este trabajo, agrega que es una institución fundamental para el desarrollo de la economía circular debido a que es la única que concentra a actores claves desde el ámbito público, privado, industria y academia.

“Esto es clave para ir avanzando en este desafío que la economía circular presenta, con trabajo colaborativo y sinergía con visión de futuro. Por otra parte, es importante que cada vez se sumen más actores a esta institución para ir logrando que el resultado sea cada vez más representativo y sensible a las diferentes necesidades y realidades del área de la edificación en nuestro país”, indica la presidenta del subcomité.

Durante el 2021, se trabajó en realizar bajadas concretas a las acciones planteadas por la Estrategia de Economía Circular, para que las distintas instituciones participantes puedan proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo a sus capacidades.

“En este sentido, trabajamos en 6 ejes de acción que son Conocimiento, Marco Normativo, Benchmarking y Difusión, Innovación, Incentivos, y Colaboración, y cada integrante se comprometió a ejecutar ciertas acciones en pos de lograr los objetivos finales”, indica Paola Molina.

Y agrega que “es fundamental la colaboración entre los actores, para difundir los beneficios económicos, sociales y medio ambientales que se logran con una economía circular, en que logra mantener al máximo valor y por el máximo tiempo los materiales y  productos generados por la industria de la construcción lo que asimismo, presenta grandes desafíos como son investigar, desarrollar e innovar en soluciones no existentes actualmente, y abre innumerables posibilidades para la optimización y el ahorro de recursos, así como para la innovación y el emprendimiento”.